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Los ladrones profesionales no leen el almanaque cuando salen.

Los policías armados fuera de servicio reprimieron al ladrón que huía durante 5 segundos. ¿Cuál es la historia?

1.¿Qué pasó? Después de robar algo, un ladrón se prepara para abandonar rápidamente la escena del crimen. En ese momento, el empleado lo alcanzó y le gritó que alguien había robado algo. Sucedió que pasó un policía armado que estaba de vacaciones y sometió al ladrón de tres golpes. El ladrón quedó atrapado en el suelo y no podía moverse. Las acciones de la policía armada se realizaron de una sola vez, rápida y prolijamente, atrayendo la atención de los espectadores de los alrededores. Todos saludaron a la policía armada.

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2. ¿Cómo evaluar la suerte del ladrón? El ladrón tuvo mucha mala suerte, porque no esperaba robar algo, pero se encontró con un policía armado. Si no se encontró con la policía armada, es muy probable que el ladrón escapara. Debido a que el suministro de energía lo proporcionaba una mujer, parecía difícil alcanzar al ladrón. Afortunadamente, la policía armada y bien cuidada pasó por allí y el ladrón no tuvo éxito. Finalmente fue reducido por la policía armada y posteriormente entregado a los departamentos pertinentes. Se estima que el ladrón salió hoy a robar algo y no leyó el almanaque. No esperaba encontrarse con un oponente tan poderoso. Sólo tomó cinco segundos dominarla.

En tercer lugar, ¿por qué la policía armada respondió tan rápido? Como agentes de policía armados, todos sabemos que a menudo se enfrentan a diversos entrenamientos arduos para perfeccionar su capacidad de responder a emergencias. Por lo tanto, los policías armados no sólo tienen que realizar tareas, sino también dedicar su tiempo libre a diversos entrenamientos, lo que también ejercita su capacidad de manejo y su velocidad de reacción. Al ver pasar al ladrón, la policía armada se dio la vuelta y se apresuró a someterlo. Tratar con estos ladrones es pan comido para estos policías, porque normalmente pueden enfrentarse a personas peligrosas. Después de ver a estos policías armados, el ladrón no tuvo más remedio que declararse culpable ante la ley.