¿Cómo se hace el jabón?

Los antiguos solían aplicar aceite de oliva en el cuerpo para limpiarse. También utilizaban jugos y cenizas de diversas plantas para limpiarlos. En el siglo I ya conocíamos dos tipos de jabón, uno blando y otro duro. Plinio describió esto como un invento que podía hacer que el cabello brillara y elogió mucho al inventor Galo.

Hace más de cien años, los estadounidenses empezaron a fabricar jabón en casa.

El jabón se elabora a partir de grasas y aceites hervidos más álcali. En una gran fábrica de jabón, la grasa y el álcali se hierven en una olla grande, lo que se llama saponificación. Al final del proceso, se agrega sal, lo que hace que el jabón flote hasta el fondo de la olla, y una salmuera o solución salina que contiene glicerina, tierra y algo de álcali en exceso se hunde hasta el fondo y se drena. Este proceso se repite cinco o seis veces hasta saponificar completamente la grasa.

El siguiente paso es ir añadiendo continuamente diversos ingredientes para que quede suave para el organismo. Los ingredientes añadidos incluyen fragancias, colorantes, suavizantes de agua y conservantes. Una vez que se completa este proceso, el jabón disuelto en caliente se transforma en barras, bloques, gránulos, escamas y pastillas. El jabón pasa por un proceso de "trituración", en el que se tritura, se seca y luego se enrolla en pedazos.