¿Las personas mayores necesitan tomar fotografías?
Entonces, ¿tenemos que tomar la iniciativa de fotografiar a las personas mayores? No existe una respuesta estándar a esta pregunta porque cada uno tiene una perspectiva diferente sobre la muerte y el recuerdo. Algunas personas piensan que tomar fotografías de personas mayores es una forma de respeto y cuidado, y tiene como objetivo dejar los mejores recuerdos y permitir que las generaciones futuras conozcan y comprendan a sus antepasados. Creen que las fotografías son una expresión de arte y cultura, una afirmación y un elogio de la vida. Elegirán tomar fotografías del anciano antes de su muerte o antes de su muerte para preservar su última sonrisa y expresión. Guardan las fotos y las muestran o comparten cuando corresponde.
Algunas personas piensan que tomar fotografías de personas mayores es desafortunado e irrespetuoso, y representa miedo y evitación de la muerte. Creen que la foto es una realidad cruel y triste, una negación y abuso de la vida. Rechazarán fotografías de personas mayores antes de que estuvieran vivas o muertas para no causar estrés o daño a las personas mayores. Destruirán u ocultarán las fotografías y nunca las mencionarán ni tocarán en ninguna ocasión.
Algunas personas piensan que tomar fotografías de personas mayores es indiferente e irrelevante, y es una especie de indiferencia e indiferencia hacia la muerte y la conmemoración. Creen que una fotografía es sólo una imagen en una hoja de papel y no puede representar la verdad y la integridad del difunto. En su opinión, las fotografías no pueden aportar ningún consuelo ni iluminación a las personas vivas. Tomarán fotografías al azar de los ancianos antes o después de que estén vivos, sin importar la calidad o el significado de las fotografías. Se quedarán con las fotos o las tirarán, y no les importa dónde van a parar ni su impacto.
Personalmente creo que tomar la iniciativa de fotografiar a personas mayores es una práctica digna de admiración y aliento, que resulta beneficiosa tanto para los fallecidos como para los vivos.