1. Factores naturales: la formación de desertificación de tierras es en realidad un proceso complejo, que es el resultado de la interacción entre actividades económicas humanas irracionales y un entorno ecológico frágil. Las condiciones geográficas naturales y la variabilidad climática crean las condiciones para la formación y desarrollo de la desertificación, pero su proceso es lento. Las actividades humanas estimulan y aceleran el proceso de desertificación, convirtiéndose en la principal causa de la desertificación. Las condiciones climáticas anormales, especialmente las sequías severas, pueden fácilmente conducir a la degradación de la vegetación y acelerar la erosión eólica y la desertificación. Las condiciones climáticas secas determinan en gran medida la vulnerabilidad del entorno ecológico local, por lo que la sequía en sí misma contiene la amenaza potencial de la desertificación. Las anomalías climáticas pueden desequilibrar el frágil entorno ecológico y son los principales factores naturales que conducen a la desertificación. La desertificación se desarrolla cuando el clima se vuelve seco y se revierte cuando el clima se vuelve más húmedo. El calentamiento global, las sequías cada vez más graves en el hemisferio norte y las tendencias semiáridas están provocando una mayor desertificación.
2. Factores climáticos: Las corrientes ascendentes en la región ecuatorial fluyen hacia los polos a gran altura. Debido a la influencia de la desviación de la rotación de la Tierra, la mayor parte del aire no avanza cerca de los 30° de latitud norte y sur, sino que se acumula a gran altura y se enfría por la radiación. La capa de aire cerca de la superficie mantiene alta presión durante todo el año, lo que en meteorología se denomina "zona subtropical de alta presión". A excepción de la zona climática monzónica en la costa este de Eurasia, esta zona tiene un clima seco y pocas nubes y lluvias, lo que la convierte en una importante zona de distribución desértica.
3. Actividades de producción humana irrazonables: el crecimiento demográfico y el desarrollo económico han ejercido demasiada presión sobre la tierra. El cultivo excesivo, el pastoreo excesivo, la deforestación y el uso irracional de los recursos hídricos han degradado gravemente la tierra. el bosque fue destruido, el clima se secó gradualmente y finalmente se formó un desierto.