¿Reglas de enfrentamiento?
1. Presta atención a la vestimenta y la apariencia: la ropa debe ser decorosa y cuidada.
2. No te quedes con las manos vacías: Ve a casa de la mujer a proponerle matrimonio y no olvides llevar algunos pequeños obsequios. Esta es una cortesía y respeto hacia los mayores. Aunque dirán de nada, estarán muy felices en sus corazones.
3. Sonríe en todo tu rostro: Nunca frunzas el ceño, muestra tu sinceridad y sonríe. Esto agregará muchos puntos.
4. Respeto: Respetar al máximo las peticiones u opiniones de la mujer y tratarlas de acuerdo con sus normas. De lo contrario, si hay diferencias, el ambiente será demasiado tenso.
5. Llega a tiempo: Nunca llegues tarde. Si realmente se debe a atascos u otros factores de fuerza mayor, no olvides llamar para informarte que llegarás tarde.
6. Salida al mediodía: El hombre debe salir al mediodía (de 11 a 13 horas es mediodía). Pídele al hombre que vaya a la casa de la mujer alrededor de las 10 y que se vaya antes del mediodía.
En segundo lugar, la mujer debe conocer las reglas a la hora de proponer matrimonio.
1. No saludar: Cuando el hombre llegó por primera vez, la mujer no saludó.
2. Saludar en persona: La mujer saluda personalmente a los invitados del hombre en la puerta para mostrar respeto. Y consigue un asiento.
3. No te quites los zapatos: No puedes pedirle a la otra parte que se quite los zapatos. Por favor, pídele al hombre que entre directamente.
4. Vestimenta y apariencia: Vístete pulcra y prolijamente para dejar una buena impresión en los demás.
5. Ambiente limpio: el ambiente del hogar debe limpiarse y ordenarse con anticipación.
6. Trate los bocadillos: fruta, jugo, té dulce (las palabras dulces son buenas, el matrimonio va bien), agua, té sin preparar (para encontrar fallas), refrescos (para encontrar la ira).
7. Ten buena actitud: si quieres casarte con un miembro de la familia del hombre en el futuro, no se lo pongas demasiado difícil. Ambas partes deben establecer una buena relación.
8. No decir adiós: Cuando el hombre se va, no puede salir a despedirlo. No podía despedirse y no podía volver a sentarse con ella (lo que significaba que le pediría un segundo beso). Simplemente asiente, sonríe y vete.