Manuscrito de Gu Cheng: "Poesía·Vida"
Tomada en la exposición de fotografía de Xiao Quan, junto al artículo de Ouyang Jianghe.
Lo que en realidad le dieron a Xiao Quan fue una copia.
Se adjunta la versión (una) que circuló en Internet, la cual tiene muchas discrepancias con el manuscrito.
Hay una gran diferencia y creo que el contenido del manuscrito es más apropiado.
Los libros proporcionan inspiración.
Adán y Eva perdieron el reino de los cielos cuando sin querer aprendieron sobre el bien y el mal.
Hun Chao tenía tan buen carácter que murió después de que le abrieran sus siete orificios.
Para mí vivir, vivir de forma única, es la revelación más importante.
Se puede ver en la mano que el fuego se ha extinguido. La niña nada como pasto y el niño brilla. Entre minerales y ríos, los árboles excavan profundamente en la tierra una y otra vez con sus raíces verdes expuestas al aire.
Pasé una vez más por la muerte densa; la tierra levantó sus pies, y abajo había un cielo más brillante. Una mujer cruzó la plaza, su falda azul oscuro y transparente flotando. No lo creía.
Muchos eruditos levantaron el rostro, rodeados de instrumentos y ventanas relucientes, y no lo creyeron. Las voces siempre ruidosas en el plato levantaron la cara.
——No existe la muerte, he caminado mil veces en la vida. Ahora estoy recorriendo el camino más humilde de un niño pequeño.
Los puse en la valla y fueron de risa.
He caminado mil veces en mi vida En aquella época, había helechos y arados de hierro en las montañas, los libros aún no habían nacido, las palabras aún yacían delicadamente en la tierra, la muerte había llegado. Aún no ha nacido, y las agujas medievales están lejos de crecer.
La mariquita se arrastró entre el rocío y se durmió, despertó y durmió, sin soñar. Una iridiscencia lavanda cruzó el cielo.
Duerme, hongo; despierta, mariquita. Se acerca una y otra vez, estalla y se convierte en mil flores de loto, cierra los dedos en el mundo humano; Le gusta jugar consigo mismo.