Las personas a las que les gusta hablar tienen defectos psicológicos.
La excelencia de los demás es pecado para él. Estas personas suelen creer que su propia luz debe ser desencadenada por la insatisfacción o la frustración de los demás, y les gusta que los demás sean sus hojas verdes, al menos en algún aspecto que les importe. Pero si te rodeas de personas que no son mejores que tú, sólo ralentizarás tu propio ritmo de excelencia.
2. Comparate con los demás para darte una sensación de superioridad.
En tu propio círculo, sólo puedes aceptar que eres el mejor en algunos o todos los aspectos, y no puedes tolerar las frases de otras personas que contengan un indicio de la genialidad de los demás. Normalmente digo "¿Qué pasa? Eres genial, ¿no?" "Qué pasa, yo solía..." Luego presento una serie de experiencias exageradas mías o de otros o experiencias inventadas para intimidar verbalmente a los demás. Me gusta Disfrutar de la emoción de derrotar a otros con este idioma.
3. Soledad, encuentra un sentido de existencia para ti mismo.
Algunas personas pueden pensar que debido a que su propósito no es matar a otros, pueden resaltar su existencia y atraer la atención de los demás. Pensó que otros se sorprenderían con su "pensamiento inverso" y su "teoría de flores extrañas y hierbas exóticas", y ni siquiera pensó que estaba en problemas.
Datos ampliados
A algunas personas les gusta usar el humor para ser sarcásticos. A primera vista, parecen ingeniosos y divertidos, y observan las cosas de manera meticulosa y única, pero después de estar en contacto con ellos por un tiempo, descubrirás que en realidad son muy egoístas. Están muy celosos. Cuando otros logran algo, buscarán oportunidades y razones para utilizar el humor como pretexto para menospreciar a los demás.
Una vez que la otra persona está enojada, fingirá que solo está bromeando y que es demasiado sensible. Aunque estas personas parecen reír, hablar y estar despreocupadas todos los días, son muy cautelosas y tienen un fuerte sentido de utilidad y venganza, por lo que en realidad no son felices.