La función del ESP es que cuando el conductor controla el coche más allá del límite, el ordenador intervendrá automáticamente para corregir la conducción. Hay dos formas en que la computadora controla el movimiento del vehículo: la primera es controlar el acelerador para reducir el combustible, atenuar la potencia del vehículo y disminuir la velocidad; el segundo método es frenar algunas ruedas para reducir la velocidad del vehículo al límite; . Entonces, ¿cómo sabe la computadora si el movimiento del vehículo se acerca a su límite? Esto requiere dos conjuntos de sensores para recopilar información de conducción para la computadora. Un conjunto es el sensor de ángulo de dirección del volante; el otro conjunto es el sensor de velocidad de la rueda (uno en cada rueda). El primero se utiliza para recopilar la intención de dirección del conductor y el segundo para controlar el movimiento del vehículo. Cuando el sensor del ángulo de dirección del volante detecta el ángulo de dirección del conductor, lo notifica a la computadora ESP. Al mismo tiempo, la información de velocidad de las ruedas medida por cada sensor de velocidad de las ruedas también se transmite a la computadora ESP. Una computadora puede calcular la trayectoria real del vehículo en función de la velocidad de cada rueda. Si la trayectoria real es diferente de la trayectoria teórica, o una rueda patina (pierde agarre), la computadora primero notificará a la válvula de mariposa para reducir la apertura (recibir aceite). Luego notifica al sistema de frenos que frene una determinada rueda y corrija la trayectoria del movimiento. Cuando la trayectoria real es consistente con la trayectoria teórica (intención del conductor), el ESP liberará el control automáticamente.
Así, con este sistema, el conductor podrá pisar el acelerador con confianza sin importar si hace sol o llueve, porque con la ayuda del sistema ESP todo será fácil. Con la intervención del ESP, la probabilidad de que un vehículo pierda el control en carreteras resbaladizas se reduce considerablemente y la seguridad activa del vehículo también es mayor. Por eso, a muchos fabricantes de automóviles les gusta promover los sistemas ESP como dispositivo de seguridad. Pero el ESP no es una panacea, es sólo un conjunto de equipos auxiliares. No creas que con el ESP puedes pisar el acelerador con el pie grande o girar a gran velocidad. Dios no puede ayudarte si conduces demasiado.
Precisamente gracias a la intervención del ESP, el ordenador controla automáticamente el acelerador y los frenos. La conducción también es bastante satisfactoria, siendo difícil realizar movimientos de deslizamiento, cola o incluso derrape. Por lo tanto, a muchas personas que buscan el placer de conducir les gusta apagar el ESP mientras conducen y buscan por completo la emoción de una conducción intensa.