Composición: Me encanta el final de manzana en mi ciudad natal.
En marzo, la llovizna es como la seda y los altos manzanos están llenos de hermosas flores. Los pétalos rosados y los estambres amarillos son muy hermosos. Florecen en racimos uno tras otro, atrayendo innumerables flores hermosas y a muchos transeúntes. Algunos transeúntes se detuvieron para admirarlo, algunos recogieron flores para disfrazarse y otros tomaron fotografías. Los transeúntes respiraban las embriagadoras flores del manzano. Estaba lleno de risas y risas.
En abril, el manzano, lleno de lluvia primaveral, extendía sus manos verdes. Sopla una brisa y las manitas se balancean, como si te saludaran.
Las flores del manzano se marchitan gradualmente y la madre del manzano "da a luz" pequeñas manzanas verdes. La madre manzano se aferra a sus "bebés" inmaduros por miedo a que se caigan.
El otoño ya está aquí, y diversos frutos empiezan a madurar. Las manzanas son como faroles rojos que cuelgan de las ramas, doblando las gruesas ramas. El tío fruticultor recogió los farolillos rojos, los metió en cestas y cajas y los transportó en camión a todas partes del país. Era otro año de buena cosecha y su rostro se llenó de una dulce sonrisa.
¡Amo mi ciudad natal y amo aún más el huerto de manzanos de mi ciudad natal!