El incidente "Suburaya Kokichi"

El nivel de aptitud deportiva competitiva de Japón es extremadamente desproporcionado con respecto a su posición en el desarrollo económico mundial, pero los japoneses pueden hacerlo con facilidad. ¿Por qué? Porque el famoso incidente "Kokichi Tsuburaya" en Japón estimuló a la sociedad japonesa a criticar el daño del nacionalismo estrecho en los deportes competitivos modernos y denunció la falta de humanidad en los deportes competitivos. La gente cree que el país debería prestar atención al desarrollo de los deportes de masas y al fitness, en lugar de gastar mucho dinero en deportes competitivos de alto nivel para unas pocas élites. Para resolver el problema de la insuficiencia de instalaciones deportivas y de fitness para todo el pueblo, en lugar de gastar enormes sumas de dinero en construir grandes instalaciones, es mejor utilizar los mismos fondos para construir más instalaciones pequeñas y medianas que sean convenientes para todos. actividades nacionales. Creen que los deportes competitivos como cultura deberían realmente regresar a la gente.

De hecho, los Juegos Olímpicos de Tokio han desempeñado un papel político, económico y diplomático en la promoción del desarrollo social y económico de Japón, inspirando el espíritu nacional y cambiando la imagen de un país derrotado. Sin embargo, después de los Juegos Olímpicos de Tokio, con el desarrollo de la economía, la mejora de la vida nacional, el aumento del tiempo libre y la creciente conciencia de la participación nacional en los deportes y el fitness, los japoneses comenzaron a reexaminar sus deportes competitivos. El suicidio del famoso corredor de maratón japonés Kokichi Tsuburaya se ha convertido en una de las principales oportunidades para que el pueblo japonés y la comunidad deportiva y de fitness reflexionen sobre los Juegos Olímpicos modernos.

El maratón es uno de los deportes favoritos entre los japoneses. Tsuburaya Kokichi se convirtió en una sensación y se convirtió en un ídolo en Japón tras ganar una medalla de bronce en el maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio. Debido a la enorme presión social, sus propias lesiones y el deterioro del rendimiento deportivo, Tsuburaya Kokichi ya no pudo cumplir con las expectativas del público, por lo que después de escribir una nota de suicidio el 9 de junio, "Ya no puedo correr", murió en 1968. lejos.

Después del incidente, atrajo la atención de todos los ámbitos de la vida en Japón. "Asahi Shimbun" publicó un artículo de comentarista "Sin tener en cuenta las expectativas de la humanidad", que analizaba el trasfondo social del surgimiento de "Kokichi Tsuburaya", criticaba ferozmente el daño del nacionalismo estrecho en los deportes competitivos modernos y denunciaba los deportes competitivos que carecían de naturaleza humana.