El diario en vlog de un médico que vino a realizar una prueba de ácido nucleico se volvió viral. ¿Qué registró el médico?
El Dr. Yuan tiene que quitarse la ropa protectora más de 20 veces cuando va a trabajar y tiene que correr constantemente entre muchas comunidades. Debido a que diferentes grupos de personas necesitan someterse a pruebas de ácido nucleico, deben ponerse ropa protectora si no se someten a pruebas de ácido nucleico. Esto puede reducir mejor la posibilidad de infectar a otros. Debido a que la tasa de infección por COVID-19 es muy alta, los médicos también son muy cuidadosos a este respecto. Los internautas vieron que el trabajo diario del Dr. Yuan no solo fue muy duro, sino también muy trabajador. Todos quedaron conmovidos por el profesionalismo del Dr. Yuan. Porque con la devastadora epidemia de COVID-19, incluso si alguien paga para hacer este tipo de cosas por sí mismo. Los internautas no harán esto porque todavía representa un gran riesgo para sus propias vidas.
Sin embargo, este médico está dispuesto a sacrificarse por el público, se apresura valientemente al frente para luchar contra el virus por ellos y les proporciona pruebas de ácido nucleico a tiempo para que puedan pasar el Festival de Primavera. con tranquilidad. Se puede decir que su espíritu es realmente respetable. Lo que no esperaba era que sus registros simples se usaran para pruebas de ácido nucleico y que sus videos diarios recibieran tanta atención en línea, lo que lo sorprendió. Más tarde, el Dr. Yuan también confió algunas de sus experiencias a los internautas porque su ciudad natal es Wuhan, Hubei. En una situación tan grave, personas de todo el país enviaron suministros para ayudar a Wuhan a superar esta dificultad. Por eso en este momento, este médico también quiere ayudar a todos y aportar sus escasas fuerzas.
Y al realizar las pruebas, también espera que los resultados de las pruebas de todos sean negativos. Durante la devastadora epidemia, los más dignos de nuestro respeto son este personal médico. Se han convertido en los rebeldes más bellos y se apresuran al frente para luchar contra la enfermedad día tras día. Se puede decir que no hay recompensa. Merecen ser respetados y elogiados porque son dignos. Incluso si muchos miembros del personal médico conocen el peligro que les espera, no dudan. No quieren ganarse esas flores y aplausos. Sólo saben que hacer algo por la gente es una especie de dedicación desinteresada.