Viajar también es una locura. ¿Qué efectos tendrá en su cuerpo un hombre que canta en voz alta con un tanque de oxígeno en una montaña nevada?
Al visitar un destino turístico, la mayoría de las personas registran sus experiencias tomando fotografías o comprando souvenirs con características locales. Sin embargo, sucedió algo preocupante y divertido. Un hombre cantó en voz alta a una altitud de 4.500 metros en la Montaña Nevada del Dragón de Jade y quiso conservarlo como recuerdo. Pero por falta de oxígeno cantaba y fumaba. Quizás hay un colega detrás de ti y la sonrisa en el rostro de su compañero te hace querer reírte con él.
Cuando se viaja a zonas de gran altitud, el impacto de estar a gran altura en el cuerpo es originalmente adaptarse a la vida en zonas de baja altitud. Si vas a zonas de gran altitud, inevitablemente tendrá algunos efectos grandes y pequeños en tu cuerpo. Entre ellos, el mal de altura es muy común.
El mal de altura significa que cuando una persona se encuentra a una determinada altitud (principalmente por encima de los 2.700 metros sobre el nivel del mar), el aire de la zona es relativamente seco y está expuesto a los rayos ultravioleta y al frío que el cuerpo humano encuentra. Difícil adaptación a la diferencia de presión del aire y al frío provocado por la altitud. Fenómeno en el que los niveles bajos de oxígeno provocan una serie de síntomas y cambios metabólicos funcionales.
Los principales síntomas incluyen mareos, dolor de cabeza, vértigo, tinnitus, insomnio, fatiga, opresión en el pecho, disnea, náuseas, vómitos, palpitaciones, edemas, etc.
La gente venía aquí con grandes expectativas, pero después de sufrir el mal de altura, desarrollaron síntomas incómodos y les decayó el ánimo. Así que prepárate antes de llegar a zonas de gran altitud.
Precauciones antes de llegar a zonas de gran altitud Las personas deben realizar un examen físico completo antes de entrar en zonas de gran altitud para saber si cumplen con las condiciones para entrar en zonas de gran altitud.
Evite el ejercicio deliberado antes de ingresar a la meseta y deje de entrenar al menos medio mes antes de ingresar a la meseta para evitar aumentar el consumo de oxígeno, aumentar la carga sobre el corazón y provocar mal de altura. Y llevar suficiente ropa para abrigarse y evitar resfriarse.
Llevar protector solar en spray, usar gafas de protección UV y aplicar protector solar media hora antes de salir.
Mantenga una buena actitud, no se ponga nervioso y tenga una comprensión correcta del entorno de la meseta.
Al entrar en zonas de meseta, lo mejor es elegir trenes, coches y otros medios de transporte, porque cuanto más rápido llegues a la meseta, más probabilidades tendrás de sufrir un mal de altura agudo.