La desgracia viene de la boca.
Es mejor hablar menos que hablar más, pero es mejor no ser inteligente
Esta frase significa que cuando hablas del mundo, debes tener cuidado de no decir demasiado, porque es fácil cometer un error si habla demasiado, y si dice algo incorrecto, puede causar problemas innecesarios o incluso un desastre. "Las Reglas del Discípulo" también dicen: "Es mejor hablar menos que hablar más, y no ser inteligentes. Nos enseña a tener cuidado al hablar". Confucio enseñó cuatro materias: la primera es la virtud, la segunda es la palabra, la tercera es la política y la cuarta es la literatura. Poner palabras después de la virtud muestra su importancia. De hecho, las palabras de las personas también reflejan sus virtudes. Como dice el refrán: "Las palabras son el corazón". El tipo de corazón que tengas producirá naturalmente el tipo de palabras que tengas. Incluso si eres bueno hablando y lo que dices es hermoso, no podrás engañar a la gente por mucho tiempo. Puedes mentir por un tiempo, pero no puedes mentir toda la vida.
Técnicamente, esta frase nos enseña a ser cautelosos. El Sr. Zeng Guofan enseñó a sus hijos que "la forma de observar a las personas es tener integridad sin burocracia, organizarse más y hablar menos". Por supuesto, depende de su virtud y de su carácter. Zeng Guofan nos enseñó a considerar las relaciones humanas y la integridad moral. Debemos tener integridad moral y no ser burocráticos. ¿Qué es la burocracia? Arrogante, obstinado e incapaz de escuchar las críticas de los demás. Además, deberíamos ser más organizados y alardear menos. Este tipo de fanfarronería es mucha retórica, retórica o exageración. El maestro dijo: "Las palabras y los colores inteligentes son raros". Una persona es buena hablando y tiene buena apariencia y comportamiento, pero si no tiene un corazón con los pies en la tierra, no tiene integridad. Esta persona sólo hace esfuerzos superficiales en el color, por lo que hay poca bondad real. Por lo tanto, las personas que dicen grandes verdades suelen ser gigantes en palabras y enanos en acción. Puede que no haya testificado personalmente sobre estas verdades, pero las escuchó de oídas.