Red de conocimientos turísticos - Preguntas y respuestas turísticas - Sólo hay unas pocas docenas de hoteles en la línea Sichuan-Tíbet. ¿Por qué la mayoría de las turistas no se quedan?

Sólo hay unas pocas docenas de hoteles en la línea Sichuan-Tíbet. ¿Por qué la mayoría de las turistas no se quedan?

En los últimos años, a medida que más y más hombres y mujeres ingresan al Tíbet, cada día suceden varias historias en este camino. Después de recorrer la línea Sichuan-Tíbet durante un día, siempre quisieron encontrar un lugar para lavarse y dormir bien. Sin embargo, los hoteles en la línea Sichuan-Tíbet tienen dificultades indescriptibles para las turistas femeninas.

Muchos hoteles en la línea Sichuan-Tíbet son abiertos por tibetanos locales para facilitar la llegada de estos turistas, y los precios son asequibles. Generalmente, sólo necesitan entre 20 y 30 yuanes para pasar la noche, pero muchas turistas no se atreven a quedarse allí. ¿Por qué? Los lugareños tienen sus razones.

Para un hotel de 30 yuanes, puedes imaginar las instalaciones que hay en su interior. Los hoteles con mejores condiciones pueden tener baños para que los turistas se laven, y algunos pueden tener baños privados. Las camas no están tan ordenadas como las de los hoteles, por lo que algunas turistas amantes de la limpieza no se atreven a alojarse en hoteles de menor precio.

Incluso hay algunos hoteles pequeños que no cambian las sábanas con frecuencia, lo que evidentemente produce un olor fuerte. Las cortinas están gastadas y puede que haya ratones como compañía. Probablemente esto sea una pesadilla para muchas turistas. Los hoteles pequeños como este generalmente no tienen instalados equipos de monitoreo. Si se pierde algo, muchas veces sólo pueden comer coptis.

Otra razón muy importante es que debido a que los recursos hoteleros de la línea Sichuan-Tíbet son limitados, para ganar más dinero, muchas tiendas comparten alojamiento con hombres y mujeres. En estas condiciones, el hotel no sólo está sucio y ordenado, sino que además muchos hombres y mujeres viven en la misma habitación. En este caso, los turistas varones pueden estar contentos, pero la mayoría de las turistas femeninas no se quedarán por su propia seguridad.