¿Qué preparativos se deben hacer para viajar con niños?
Los niños son más delicados que los adultos, por eso prepara más comida y ropa.
Preparar la comida: Los bebés siempre son muy quisquillosos con la comida, les cuesta servirlos en casa, y lo son aún más cuando viajan. Cuando viaje, lleve consigo alimentos nutritivos que su bebé come habitualmente en casa: como leche en polvo, galletas, frutas, etc. Prepare un poco de jugo puro que los niños suelen beber. También puede lavar las frutas y verduras, cortarlas en tiras y rodajas pequeñas, ponerlas en una lonchera y usar palillos para perforarlas para que los niños coman.
Empaca tu equipaje: Incluso si viajas una distancia corta, debes preparar todo lo necesario como termos, biberones, leche en polvo, alimentos complementarios, pañales y otras necesidades para asegurar que tu hijo Come con la misma regularidad que en casa. El biberón termo no solo garantiza que el bebé pueda beber agua caliente y leche caliente en cualquier momento, sino que también evita que algunos bebés con estómagos sensibles sufran diarrea causada por cambios en la calidad del agua. En primavera llueve mucho. Al caminar conviene llevar ropa de lluvia para evitar que el bebé se moje y se resfríe. Lleve uno o dos juguetes que le gusten a su hijo y utilícelos para aliviar su aburrimiento durante los largos viajes en coche. Lleva contigo una chaqueta para mantenerte abrigado y protegerte de los elementos. Lleve varios medicamentos de emergencia, repelente de mosquitos, etc. La ropa debe poder quitarse cuando hace calor y ponerse junta cuando hace frío. Intenta no traer suéteres. Los suéteres son fáciles de cubrir cuando hace calor y son fáciles de respirar cuando hace frío. También pueden causar fácilmente molestias en la piel de los niños. Lleve la misma ropa que usa habitualmente para que las alergias cutáneas de su hijo no se produzcan fácilmente cuando cambie el entorno.
Preparar regalos, como juguetes. Los niños suelen aburrirse cuando viajan durante largos periodos de tiempo. Puede realizar algunas pequeñas actividades y jugar con su hijo de forma adecuada, y no permita que se meta en problemas antes de intentar calmarlo. Prepara algunos obsequios y dáselos a tus hijos de vez en cuando durante el viaje, o dáselos a tus hijos cuando llegues a determinados lugares o atracciones, para que tus hijos tengan algo que esperar durante todo el viaje, sean felices, y profundizar sus recuerdos.
Ajuste del descanso: Al viajar en primavera, los bebés estarán más emocionados e ilusionados porque están expuestos a cosas nuevas, y no querrán acostarse a tiempo cuando se estén divirtiendo. Los bebés y los niños pequeños se encuentran en un período importante de crecimiento y desarrollo, por lo que es muy importante organizar razonablemente el tiempo de trabajo y descanso del bebé y combinar el trabajo y el descanso para mejorar la resistencia del bebé. Los padres deben dejar que sus bebés descansen y duerman según un horario razonable. Si es un día completo de juego al aire libre, pueden traer un cochecito y dejar que el bebé tome una siesta en el coche al mediodía, lo que ayudará mucho a la resistencia del bebé.
Prevención del mareo: para los bebés que sufren mareos y mareos, no les dé alimentos fritos o ricos en grasas antes de tomar el autobús; trate de evitar viajar en autobuses sellados. Si tiene que viajar largas distancias en automóvil, puede pegar un trozo de jengibre fresco en el ombligo de su bebé 30 minutos antes de la salida (se puede arreglar con una curita) o tomar medicamentos para el mareo según las instrucciones; siéntese en el asiento delantero al lado del conductor para reducir los golpes; prepare bolsas de plástico, papel higiénico y agua para que su bebé escupa tierra, enjuáguese la boca con agua para eliminar el mal olor y límpiela. comisuras de su boca.
Problemas alimentarios: Comer a tiempo, evitar intervalos demasiado largos entre comidas, evitar comer en exceso y evitar comer demasiados snacks. Lleve algunas comidas preparadas y alimentos secos, incluidos los alimentos y bebidas que le gustan a su hijo, y permítale cambiar la forma en que come o la cantidad de comida que ingiere. No le imponga requisitos estrictos como en casa. Si vas a comer a un restaurante, lo mejor es pedir algo rápido y fácil, porque los niños hambrientos muchas veces no tienen paciencia para esperar demasiado. Preste atención a la higiene dietética. Cuando el clima pasa de cálido a frío, se debe evitar comer al aire libre en zonas ventosas.