¿Cómo evitar la amenaza de los escombros en el espacio?
Solo eliminando objetos grandes en órbita se pueden evitar amenazas potenciales a futuros vuelos espaciales. Sin embargo, controlar el entorno espacial es mucho más difícil que controlar el entorno terrestre. Ya sea técnica o económicamente, actualmente no existe una manera factible de eliminar esta basura espacial. Parece que la gente se ha embarcado repetidamente en el mismo viejo camino de "primero la contaminación, después el tratamiento" como el medio ambiente terrestre. Se entiende que si la nave espacial vuela a una altitud de 600 kilómetros, orbitará la Tierra durante 25 a 30 años. Si estás a una altitud de 1.000 kilómetros, puedes volar hasta 4.001 años. Un nivel más alto se convierte casi en un objeto permanente. Cada vez hay más basura "de larga duración" en el espacio y será extremadamente difícil eliminarla.
Durante muchos años, investigadores de todo el mundo han estado explorando y resolviendo activamente el problema de la basura espacial. Además de pedir a los seres humanos que creen conciencia sobre la protección del medio ambiente espacial, los expertos aeroespaciales también han propuesto muchas contramedidas.
Ya en 1947, el científico estadounidense Whipple propuso un método para proteger las naves espaciales de los desechos espaciales que vuelan a alta velocidad. Para sustituir la capa protectora cada vez más gruesa incrustada en la superficie de la nave espacial, Whipple propuso instalar una pantalla protectora delante de la capa protectora. Cuando los desechos espaciales chocan con la pantalla protectora, la pantalla protectora se rompe y los desechos espaciales se convierten en polvo, eliminando así la amenaza a la nave espacial. En mayo de 2007, dos astronautas rusos en la Estación Espacial Internacional caminaron en el espacio durante cinco horas y media e instalaron una cubierta metálica para la estación espacial para reducir la amenaza de desechos espaciales a la estación espacial. Cada tapa pesa 9 kg y mide 0,6 m de ancho y 0,9 m de largo. Una característica importante de esta pantalla protectora es que está recubierta con un material especial. Cuando los desechos espaciales chocan con él, la energía generada por la colisión provoca una reacción química explosiva con los desechos espaciales, promoviendo el proceso de convertir los desechos espaciales en polvo. La pantalla protectora de malla también puede aumentar el área lateral donde chocan los desechos espaciales y reducir la intensidad de la colisión. Se estima que si se actualiza el equipo construido por Rusia para la estación espacial, el riesgo de que la estación espacial sea alcanzada por desechos espaciales se reducirá del 9% al 5%.
"Satélite suicida" Científicos de la Universidad de Surrey en el Reino Unido inventaron recientemente el satélite "carroñero espacial". Es tan pequeño como una pelota de fútbol y pesa sólo 5,9 kilogramos. Viene con cuatro cámaras pequeñas. Una vez que se detectan desechos espaciales, se adhieren a ellos y los empujan a la atmósfera. En ese momento, el satélite y la basura se quemarán y morirán juntos. Estos satélites suicidas cuestan 654,38 millones de libras esterlinas cada uno. Una vez que esta tecnología madure, la Universidad de Surrey podrá cooperar con Rusia y utilizar las instalaciones espaciales rusas para lanzar los primeros satélites experimentales "barredores espaciales". Los científicos estadounidenses diseñaron una nave espacial llamada "Space Worker", que se compone de 12 "contenedores" espaciales y operará en órbita geosincrónica. Cuando los satélites abandonados o los escombros en el espacio pasan volando, su brazo robótico controlado por computadora agarrará fácilmente el objetivo y lo colocará en un "contenedor", luego lo cortará en pedazos, haciendo que caiga a la atmósfera de la Tierra y se queme.
Según informes de medios extranjeros, una empresa estadounidense desarrolló recientemente un nuevo método: la "cuerda de terminación", que puede retirar rápidamente satélites desechados de la órbita terrestre baja. Se trata de un cable fino de 5 kilómetros de largo, enrollado en una bobina y colocado dentro del satélite. Cuando el satélite alcance la posición designada, la "cuerda de cola" se abrirá automáticamente. Bajo la acción combinada de la ionosfera y el campo magnético terrestre, se puede generar una corriente continua en este conductor de 5 kilómetros de longitud. De esta forma, el campo magnético de la Tierra ejercerá una atracción hacia abajo sobre ella, afectando así la caída gradual del satélite. Este proceso continúa hasta que el satélite vuelve a entrar en la atmósfera, donde se quema por completo. Según cálculos de expertos, este método puede acelerar la desorbitación de satélites de forma muy sencilla y económica. También existe un dispositivo similar a la "cuerda final", que añade una red recolectora al satélite y lo arrastra con una cuerda recolectora de 5 kilómetros de largo. Cuando el satélite llega al lugar designado, se suelta la larga cuerda de recogida. Bajo la influencia del campo magnético terrestre, la bolsa de malla queda perpendicular a un lado de la tierra. Después de cargar una cierta cantidad de basura, ésta caerá a la atmósfera y se quemará. De esta manera, la basura espacial que originalmente tardaba cientos de años en orbitar la Tierra puede eliminarse en diez días.
"Escoba láser" La NASA está probando una "escoba láser" en la Estación Espacial Internacional. La función principal de este dispositivo es retirar de la órbita los desechos espaciales de entre 1 y 10 centímetros de diámetro que puedan encontrarse en la órbita de la estación espacial. Después de que la "escoba láser" se fije en un objetivo de basura espacial, emitirá un rayo láser para iluminar el extremo de la basura espacial lejos de la Tierra, haciendo que parte de ella se sublime en gas. Al igual que en el principio de un avión a reacción, la fuerza de reacción del gas se utilizará para empujar la basura espacial restante hacia la Tierra y finalmente entrará en la atmósfera, donde arderá debido a la fuerte fricción con la atmósfera, limpiándola así de la órbita de la Estación Espacial Internacional.
Para repostar un satélite que se ha quedado sin combustible o realizar el mantenimiento de un satélite, puedes recurrir a los satélites británicos "Orbital Repair" y americanos "Orbital Express". Son los salvadores de los satélites y pueden prolongar la vida útil de los satélites en unos 10 años, reduciendo así la generación de desechos espaciales disfrazados. Según las estadísticas, en 2011 la vida útil de más de 80 satélites de comunicaciones lanzados en los años 80 y 90 llegará a su fin. Serán los destinatarios de la ayuda para la reparación de vías. Hasta 2015 se rescatarán más de 100 satélites.