El sentido de responsabilidad es el estado de ánimo de hacer conscientemente las propias cosas. El fuerte sentido de responsabilidad de una persona determina en gran medida la formación de su capacidad para vivir de forma independiente. Sólo cuando una persona establece un fuerte sentido de responsabilidad social puede atreverse a afrontar los desafíos de la vida, asumir responsabilidades de forma independiente, sobrevivir y vivir bien. En educación, se debe prestar atención a cultivar ideológicamente el sentido de responsabilidad social de los estudiantes, para que puedan asumir conscientemente algunas responsabilidades que deben y pueden asumir. En la gestión de clases, adoptamos el "sistema de rotación de cuadros de clases" y el "sistema de contratación de transacciones", y nos esforzamos por lograr que "todos tengan algo que hacer, haya algo que hacer todo el tiempo y haya alguien para hacer todo". Para cultivar la conciencia independiente de los estudiantes, debemos predicar con el ejemplo. A través de la explicación del maestro y la búsqueda de información de los estudiantes, los estudiantes pueden conocer la historia de Zhou Enlai, quien fue a Japón a estudiar solo a la edad de 18 años para el ascenso de China, la historia de Zhang Wenyu, un famoso físico de un país pobre. antecedentes que trabajaron duro para ganar dinero para estudiar en la escuela secundaria y la universidad, y la historia de jóvenes japoneses de Historias sobre personas que han ganado suficiente dinero de bolsillo trabajando en trabajos extracurriculares desde la escuela secundaria, historias sobre jóvenes estadounidenses que todavía dependen de sus padres en busca de apoyo a la edad de 18 años, todos ellos son motivo de risa. Los profesores deben prestar atención a la creciente conciencia de independencia de los estudiantes, apoyarlos y animarlos: "¡Mientras trabajes duro, podrás hacerlo!" 2. Cultivar la capacidad laboral y la capacidad de autocuidado de los estudiantes. El trabajo es el camino hacia la independencia de los estudiantes, porque el trabajo no es sólo una actitud, un hábito, sino también una habilidad importante. Sólo permitiendo que los niños participen en el trabajo desde una edad temprana podrán desarrollar sus capacidades para cuidar de sí mismos, ayudar a los demás y contribuir a la sociedad. Debemos aprovechar al máximo cada oportunidad para liberar las manos y los pies de los estudiantes y dejarles hacer lo que deben y lo que pueden hacer.