Por lo tanto, el hotel considerará a los empleados como sus clientes internos, contribuirá a su autorrealización y les brindará autonomía y apoyo. Bajo la premisa de "los empleados primero, los clientes después", los empleados tendrán más confianza e interés en su trabajo, también estarán satisfechos con su trabajo y se dedicarán activamente a su trabajo. Quinto, el servicio tiene intransferibilidad de propiedad. Los servicios no implican la transferencia de propiedad de nada durante la producción y el consumo. El servicio desaparece una vez completada la transacción, y el derecho del consumidor a consumir el servicio no crea algo tan real como el intercambio de bienes debido al final de la transacción del servicio, por lo que el servicio es perecedero. Esta característica es la causa fundamental del riesgo del servicio. Debido a la falta de transferencia de propiedad, los consumidores no obtienen la propiedad de algo cuando compran servicios y, por lo tanto, sienten el riesgo de comprar servicios, creando así barreras psicológicas al consumo. Para superar este obstáculo para los consumidores, los hoteles adoptarán un "sistema de membresía". Para aquellos clientes que vengan frecuentemente a consumir, el hotel les emitirá tarjetas VIP, y estos clientes disfrutarán de algunos de los descuentos del hotel. Para aquellos clientes cuyo consumo único alcance una determinada cantidad, se les entregarán tarjetas de membresía para mantener la relación con el hotel. Esto también les hará sentir psicológicamente que cuentan con los servicios brindados por la empresa. La calidad del servicio juega un papel importante en el marketing de servicios hoteleros. Sólo mejorando la calidad del servicio se podrá mejorar realmente la competitividad central del hotel y éste podrá sobrevivir durante mucho tiempo.