¿Qué deberían hacer los estudiantes de medios si tienen fobia a las cámaras y no se atreven a mirarse en el espejo? Mírame al espejo y deja de hablar... ¡qué debo hacer!
La falta de confianza puede convertir incluso a la chica más bella en un desastre para un fotógrafo. Y recuerda, no te escondas de la cámara: ella te encontrará. En lugar de esconderte tímidamente y dejar que la cámara capture tu cara medio abierta, medio cerrada, borracha y avergonzada, es mejor mostrar generosamente tu mejor lado a la cámara, y al menos podrás tomar una foto interesante.
Recuerda sonreír.
A algunas chicas les gusta sonreír y lucir sus dientes impecables, mientras que algunas chicas tímidas prefieren sonreír o levantar ligeramente las comisuras de la boca. Recuerda, ninguna sonrisa es perfecta, pero como dice el refrán, la práctica hace la perfección y con más práctica tendrás la sonrisa perfecta.
Busca en otra parte.
En muchas fotografías bonitas, el protagonista mira a lo lejos en lugar de mirar directamente a la cámara. También debes recordar la regla de los dos tercios: gira tu rostro hacia la cámara, revela dos tercios de tu rostro y oculta el otro tercio. Dado que los rostros de la mayoría de las personas son asimétricos, mirar a la cámara es definitivamente un buen truco.
Sé consciente de tu entorno.
Nunca ignores los pequeños detalles como el paisaje, la iluminación y los ángulos. Si la luz es demasiado fuerte para encenderla o si tienes que esconderte en la sombra, también puedes probar con fotos a contraluz. O puedes usar accesorios. Si está al aire libre, puede descansar contra un árbol o agacharse frente a las flores. Si estás en el interior, puedes encontrar una bonita silla o taburete para sentarte.
Cuida tu postura.
¡Ponte derecho! Muchas mujeres naturalmente arquean la cintura o sobresalen el estómago cuando están de pie. No saben que estar erguidos puede hacer que parezcan al menos 5 libras más livianos que su peso original. Cómo pararte derecho, recuerda los buenos tiempos en los que tus padres te dejaban practicar pararte en el pasillo con un diccionario y una taza.
Relájate y disfruta del momento.
Cuanto más practiques, más cómodo te sentirás delante de la cámara. Si te sientes incómodo, respira hondo, cuenta hasta tres y disfruta el momento.
Si quieres doblarte, dobla más fuerte.
Esta regla sólo se aplica a brazos y piernas. No dejes que tus brazos cuelguen sin vida a los costados. Puedes colocar los brazos casualmente sobre las caderas, cruzar los brazos frente al pecho o incluso hacer algunos gestos dinámicos (peinarte, colocar las manos en el cuello o lanzarle un beso al fotógrafo en broma). No dejes que tus caderas miren a la cámara; esto adelgazará las líneas de tu cuerpo y te hará lucir más delgada. Además, párese con los pies escalonados y apoye el pie trasero.