¿Cómo pueden los padres prevenir la obesidad infantil?
Muchos padres creen que los niños que comen más y bien se desarrollarán más rápido y crecerán más alto. Por eso a menudo me gusta obligar a mis hijos a comer esto y aquello, complementando la comida aquí y allá. De hecho, a veces estas prácticas pueden afectar el desarrollo y la salud física y mental del niño, causando más daño que bien.
Investigaciones realizadas por nutricionistas y psicólogos han confirmado que los niños comen más de esto y aquello. Incluso cuando los niños tienen un eclipse parcial o se niegan a comer, los padres les pedirán deseos, los persuadirán, los reprenderán y los golpearán para obligarlos a comer. Como resultado, los niños a menudo desarrollan sentimientos de resistencia, miedo y disgusto hacia la comida, lo que fácilmente puede conducir a la desnutrición con el tiempo y afectar la salud del niño durante su crecimiento y desarrollo.
(Fuente de la imagen de Internet)
Así, cuando un niño tiene un eclipse parcial o se niega a comer, no hay necesidad de obligarlo a comer. Los padres deben formular científicamente recetas basadas en las características del crecimiento y desarrollo de sus hijos, organizar las comidas de manera razonable, crear un buen ambiente gastronómico para sus hijos, estimular su apetito y hacer que sus hijos coman felices y con gusto.
En primer lugar, establece las reglas de hambre y saciedad del niño. Los ancianos suelen decir: "Si los niños quieren estar sanos, siempre deben tener hambre y frío". Los niños deben estar llenos y hambrientos antes de tener apetito. Los expertos creen que los niños suelen confiar más que los adultos en sus instintos internos para regular su dieta. Su apetito suele estar determinado por su hambre interior.
En otras palabras, tienen mucha hambre y comerán obedientemente incluso si no los obligan ni los obligan. Para que los niños sientan hambre se deben programar tres comidas al día a intervalos regulares y no llenarles el estómago con bocadillos porque tienen miedo de tener hambre. Dormir lo suficiente, llevar una vida normal y realizar más actividades al aire libre, como jugar, caminar y nadar, aumentarán el hambre de los niños.
(Fuente de la imagen de Internet)
En segundo lugar, cree un buen ambiente y evite comer a la fuerza. Los niños sienten curiosidad por todo. El llamado traje consiste en utilizar la naturaleza imitativa de los niños para inducirlos a comer. Los padres pueden estimular el apetito de sus hijos describiendo vívidamente la deliciosa comida que quieren darles antes de las comidas.
Se debe aconsejar a los niños que coman de forma razonable, no se les debe obligar a comer ciertos alimentos y no se les debe asustar diciéndoles "si no comes verduras, te enfermarás y te pondrán inyecciones". Para que los niños sientan miedo y se aburran de comer verduras. Los niños que juguetean con la comida pero no comen no deben ser criticados duramente, pero se les debe brindar ayuda más paciente para que puedan desarrollar la confianza necesaria para comer conscientemente.
(Fuente de la imagen de Internet)
En tercer lugar, una cocina adecuada y una dieta equilibrada. Los dientes y huesos de los niños se encuentran en un período de crecimiento y desarrollo. La comida debe ser blanda y fácil de masticar. No utilice estándares de color, aroma y sabor de adultos para medir y evaluar la dieta de su hijo.
En cuanto a la estructura de la dieta, debe haber dulce y salado, y la buena carne debe ser espesa y fina. Comer solo leche, pescado, huevos y suplementos nutricionales es bueno, pero es propenso al estreñimiento; comer solo verduras y frutas no solo provocará hambre, sino también desnutrición. Comer caramelo, chocolate, frutas y verduras durante todo el día alterará la regularidad del hambre y la saciedad, afectará la función digestiva y reducirá el apetito. Por tanto, la dieta debe ser equilibrada.
(Fuente de la imagen de Internet)
Cuarto, guiar la situación e impartir conocimientos. En la mesa, cuando los niños están de buen humor para comer, los padres deben aprovechar la oportunidad para hablar conscientemente sobre el valor nutricional de algunos alimentos, para que los niños puedan comprender que varios alimentos tienen sus propios beneficios únicos para la salud humana y dejar que Los niños comprenden la importancia del daño parcial.
En definitiva, a los niños que tienen un eclipse parcial o se niegan a comer, es necesario averiguar los motivos, guiarles con paciencia, aclararles los intereses y relaciones, y corregirlos poco a poco. Nunca fuerces a tu hijo a comer. "No engordarás si comes un bocado". Siempre que la calidad y cantidad de los alimentos sean buenas, podrás proporcionar a los niños una nutrición adecuada y garantizar su crecimiento saludable.