Fotografía infantil profesional de Quanzhou
Primero, mi madre aprendió por sí misma a ser sastre para su hija.
Creo que cada niña tiene un sueño de princesa en su corazón. Esta niña de Quanzhou tuvo suerte porque conoció a una madre cariñosa. Los niños de ocho años han aprendido a amar la belleza y saben disfrazarse solos. Mientras charlaba con mi madre, accidentalmente mencioné que me gustan mucho los vestidos de princesa. Al principio solo querían que su madre se comprara un juego. Sin embargo, para que la niña sintiera su cuidado, su madre tomó una decisión inesperada: encargar a un sastre autodidacta que diseñara un vestido de princesa para su hija.
En dos años, mi madre hizo 30 conjuntos de vestidos de princesa para su hija.
Ya sabes, la carrera de la madre de Quanzhou no es riqueza, por lo que es una novata sin base alguna. Es difícil aprender desde cero, por eso esta madre estudió durante dos años y aprendió mucho durante estos dos años. Hizo 30 conjuntos de vestidos de princesa para su hija. Ya sabes, es posible que incluso una verdadera princesa no tenga 30 juegos de vestidos de princesa, y también puede hacer 30 juegos de vestidos de princesa para su hija de una sola vez. Esto muestra cuánto adora esta madre de Quanzhou a su hija.
3. El motivo por el que la madre hizo 30 conjuntos de vestidos de princesa para su hija.
Algunos internautas dijeron que es muy normal que a las niñas les gusten los vestidos de princesa. Simplemente conéctese en línea o vaya a una tienda física para comprar dos juegos para sus hijos. Dos años es precioso, pero no vale la pena pasar dos años aprendiendo sastrería sólo por el bien de un niño. No estoy de acuerdo con esta opinión. Creo que la madre hizo esto porque quería expresar su amor por su hija a través de sus propias acciones. Ya sabes, hay algunas cosas que el dinero no puede comprar. Aunque también podemos usar dinero para comprar vestidos de princesa, el significado de los vestidos de princesa comprados con dinero es muy diferente a los que hacía mi madre. Quizás sólo podamos entender este sentimiento después de convertirnos en padres.