¿Cuáles son los dichos sobre hacer estallar petardos el primer día del primer mes lunar?
Encender petardos cuando el cabeza de familia abre la puerta el día de Año Nuevo se llama "apertura de petardos". Poner tres piezas se llama "Lianzhong Sanyuan"; poner cuatro piezas se llama "Fulu·Rhino Head"; poner cinco piezas se llama "Cinco Bendiciones"; poner seis piezas se llama "66 Dashun"... Después del sonido de los petardos, El suelo estaba lleno de rojo roto y se llama "Man Tang Hong".
En ese momento, las calles se llenaron de ira y alegría. Todos se reúnen y se dicen "Feliz Año Nuevo" y comienza el Año Nuevo. Hay un dicho que dice que los petardos más tempranos y más largos que se lancen serán más prósperos el próximo año. No existen tabúes a la hora de disparar petardos. Es principalmente por diversión y felicidad, pero también hay que prestar atención a la seguridad.
El origen de la explosión de petardos:
Existe una leyenda en la antigüedad. En la antigüedad, había un monstruo feroz llamado "Nian". Cada año, el 30 de diciembre, va de casa en casa buscando carne humana y matando criaturas. Un año, Nian llegó a una aldea la noche número 30 del duodécimo mes lunar y sucedió que dos vaqueros estaban peleando por un látigo. "Nian" de repente escuchó el sonido de un látigo en el aire y huyó asustado. Huyó a otro pueblo y vio un vestido rojo brillante secándose frente a la puerta. No sabía qué era, así que se dio la vuelta y se escapó.
Más tarde, llegó a un pueblo y se asomó a la puerta de una casa. Vio las luces brillantes en el interior y se sintió mareado, por lo que tuvo que escabullirse nuevamente con el rabo entre las piernas. A partir de esto, la gente se dio cuenta de que "Nian" tenía miedo al ruido, al rojo y a la luz, por lo que pensaron en muchas formas de resistirlo, lo que gradualmente evolucionó hasta convertirse en la costumbre actual de celebrar el Año Nuevo. Los petardos se originaron a partir del acto de ahuyentar a los fantasmas, pero hoy en día la gente los lanza para celebrar el Año Nuevo, porque los fantasmas se ahuyentan y la mala suerte también se ahuyenta.