Red de conocimientos turísticos - Curso de fotografía - Si no preguntas por el ídolo del Dios de la cocina, ¿cómo puedes despedirlo?

Si no preguntas por el ídolo del Dios de la cocina, ¿cómo puedes despedirlo?

No, no invité al ídolo del Dios de la Cocina, ¿cómo puedo despedirlo? Sólo cuando tengas el ídolo podrás despedirlo.

Envía la estufa

Ofrezca sacrificios al Dios de la Cocina

El Dios de la Cocina se ha quedado en casa para proteger y supervisar a la familia desde la víspera de Año Nuevo del año pasado. . El día veintitrés del duodécimo mes lunar, el Dios de la Cocina ascenderá al cielo e informará de las buenas o malas acciones de la familia al Emperador de Jade en el cielo. La ceremonia de envío del Dios de la Cocina se llama "Enviar la Estufa" o "Citar la Estufa". Según el informe del Dios de la Cocina, el Emperador de Jade le confió a la familia buena y mala suerte en el nuevo año. Entonces, para una familia, el informe de Kitchen God es realmente interesante. También existe una costumbre popular en China de que "los hombres no adoran a la luna y las mujeres no adoran a la estufa", por lo que la adoración a la estufa está limitada a los hombres.

Según la antigua leyenda del duodécimo mes lunar, el Dios de la Cocina habló al cielo. Las nubes, los coches, el viento, los caballos y las vacas son irrelevantes, pero en casa hay tazas y platos. La cabeza de cerdo está cocida, el pescado fresco y el cebo con pasta de frijol y polvo de nardo es redondo. Cuando un hombre le pide a su hija que lo evite, está bebiendo y quemando dinero. No sé por qué se pelean tus sirvientes. Los perros y gatos están enojados contigo, así que te envían a Tianmen para que te emborraches y te llenes, y tu cucharón no regresa a las nubes, pero les pides puntos en el mercado. .

Invita al Dios de la Cocina a comer y beber, soborna al Dios de la Cocina y deja que se emborrache. No menciones las deficiencias del mundo. Lo mejor es traer algo de dinero para compartir cuando regreses. El sacrificio en la cocina no es sólo para evitar el desastre, sino más importante aún, para orar.