El coche tiembla ligeramente de forma intermitente al ralentí. ¿Está sucio el acelerador?
En el sistema de admisión de aire, verifique la válvula del acelerador y el motor inactivo (algunos modelos no tienen motor inactivo) y verifique si el sensor de presión de admisión y el medidor de flujo de aire pueden transmitir señales de funcionamiento normales al vehículo. ECU (ordenador de a bordo). Si tiembla ligeramente, es normal. No entrar en pánico. Si la vibración es intermitente, existen los siguientes problemas a los que los propietarios de automóviles deben prestar atención como referencia. Primero comprenda esta lógica y luego explique qué es un acelerador.
La bujía tiene muchos depósitos de carbón y una ablación grave, lo que provoca un mal encendido. La bujía está muy corroída y es necesario reemplazarla. Si hay depósitos de carbón, se puede limpiar y reutilizar. Por ejemplo, si hay depósitos graves de carbón en la cámara de combustión, el acelerador y otras partes, si la goma del motor está envejeciendo, si el sistema de control del motor falla y si el contacto del circuito es deficiente, etc. , Necesito investigar uno por uno. En primer lugar, la función del acelerador es controlar la entrada de aire del motor ajustando el ángulo de apertura de la trampilla de aire. Al ralentí, la velocidad del motor es baja y la demanda de aire de admisión es pequeña, por lo que la apertura del acelerador es relativamente pequeña en este momento. Como resultado, el caudal de aire de admisión sigue cambiando y la proporción de mezcla sigue cambiando, por lo que la velocidad del motor cambiará repentinamente y el cambio de velocidad será demasiado repentino, lo que dará a las personas la sensación de temblores intermitentes.
También existe la posibilidad de que la falla del sensor de posición del acelerador también pueda causar que el motor vibre al ralentí o incluso a bajas velocidades, lo que requiere el reemplazo del sensor de posición o el conjunto del acelerador para mantenimiento. Además, casi no existe solución para este tipo de nerviosismo congénito, que es más común en coches nuevos o casi nuevos que han recorrido miles de kilómetros. A menos que el fabricante mejore la estrategia de control de calentamiento del motor, ¡no hay otra forma de solucionarlo!