Los recién nacidos son delicados y tiernos. ¿A qué debes prestar atención al bañar a un recién nacido?
1. Los movimientos son ligeros y la fuerza es pequeña.
La piel del bebé es delicada, e incluso la más mínima fricción puede causarle daño. Por eso, a la hora de bañar a tu bebé, debes prestarle atención y moverlo con suavidad. Además, tenga cuidado de no usar jabón para bañar a su bebé, porque el jabón es muy dañino para el cuerpo. Generalmente, solo use agua para bañar a su bebé.
2. Preste atención a la temperatura del agua y a la temperatura interior al bañarse.
El cuerpo del bebé no está completamente desarrollado y tiene una resistencia débil, por lo que es fácil resfriarse y enfermarse. Por lo tanto, los padres deben prestar atención a la temperatura del agua del baño de sus hijos, que generalmente se controla en torno a los 37 grados centígrados. Muchos padres optarán por usar sus manos para comprobar si el agua está tibia, pero de hecho, las manos humanas pueden cometer errores, así que intente usar un termómetro para medir. Además, lo mejor es controlar la temperatura interior en torno a los 25 grados centígrados, que es la más saludable para tu bebé.
3. Bañarse con demasiada frecuencia y tomar un baño demasiado largo.
La piel del bebé es muy delicada. Si baña a su bebé con frecuencia, dañará su piel. Generalmente, bañar a tu bebé dos veces por semana es suficiente. Si tu bebé tiene diarrea, puedes aumentar el número de veces de forma adecuada, pero no demasiado. Además, trate de controlar el tiempo para bañar a su bebé en unos 15 minutos. No sumerja a su bebé en agua durante mucho tiempo, ya que esto puede provocar fácilmente sequedad, deshidratación o incluso descamación de la piel de su bebé.
En definitiva, a la hora de bañar a tu bebé debes prestar atención a movimientos suaves y de baja intensidad. Generalmente, la temperatura interior se controla mejor en torno a los 26 grados centígrados. Los tiempos de baño no deben ser demasiado frecuentes y el tiempo no debe ser demasiado largo.