Me encanta viajar, pero a mi esposa no le gusta viajar y a mí tampoco me interesa. ¿Qué debo hacer?
1. Respeto mutuo y comprensión mutua.
Viajar es lo mismo que trabajo, vida y estudio. El marido y la mujer deben darse cierto espacio y tratarse como iguales. No impongas tus propios intereses a la otra parte, de lo contrario surgirán conflictos e incluso afectarán la relación entre la pareja. Me gusta correr 5 kilómetros todos los días y a mi marido le gusta hacer Tai Chi. No importa qué tipo de método de ejercicio se adopte, siempre que desempeñe un papel en el fitness. A mí me gusta el arroz y a mi marido le gusta la pasta, siempre y cuando se sienta bien al comerla. Soy profesor. Tengo vacaciones de invierno y verano todos los años, así que tengo mucho tiempo para viajar. Mi marido es funcionario y le cuesta tener tiempo para viajar conmigo. A menudo viajo solo durante 10 días y medio. Pero todos los días, cuando llego a casa, tengo que interactuar a través de videos y compartir fotos e historias interesantes del viaje en WeChat Moments.
2. Confianza mutua y entendimiento mutuo.
Cada vez que viajo es porque estoy de mal humor o porque me peleé con mi marido y salí enojada. Mi esposo y yo discutimos la idea de dónde ir desde temprano y él trabajó conmigo en estrategias de viaje y planificación de rutas. Envíe el auto al taller 4S para su mantenimiento con anticipación y ayúdeme a abastecerme. No importa lo lejos que me aleje a miles de kilómetros, soy como una cometa, pero este hilo siempre está atado en casa. Sólo existe amor entre marido y mujer, que es la mayor confianza. Sólo si tienes a la otra persona en tu corazón, no habrá encuentro romántico ni encuentro casual.
3. Cuídate más y ama más.
Aunque no puedas viajar con tu amante, debéis daros más amor en vuestra vida diaria. A veces la separación puede profundizar la relación entre dos personas más que el matrimonio. Comprarle recuerdos locales también lo mantendrá feliz durante mucho tiempo.
4. Muestra debilidad con más frecuencia para que tu marido se sienta protector.
Hablando más de las dificultades y accidentes durante los viajes, especialmente en algunas zonas remotas y de gran altitud, mi esposo involuntariamente me seguirá y querrá protegerme. Fingir ser torpe e incapaz de hacer nada durante el viaje hizo que mi marido convirtiera sus preocupaciones en motivos para sus compañeros.
5. Cultivar más y comunicar más.
Se cultiva el interés. Aunque a mi marido no le gusta viajar, lo entreno para tomar fotografías. A menudo le inculco la idea de que ya no quedan muchas fotos buenas, sobre todo de grandes paisajes. ¿Solo dile qué atracciones y paisajes habrá esta vez? ¿Qué tipo de fotografías se pueden tomar? Ahora a mi marido también le gusta viajar.