Los primeros días después de dejar de fumar son los más difíciles.
1. Sigue recordándote
En primer lugar, punto. Hay que prestarle atención a 1. Sigue diciéndote a ti mismo. Sólo advirtiéndote constantemente podrás recordar constantemente los peligros que supone fumar para tu cuerpo. Por ejemplo, cuando mi abuelo dejó de fumar, había muchas fotos de pulmones de fumadores colgadas en su casa, por lo que ver las fotos todos los días equivalía a una advertencia para mí mismo.
2. Reemplázalo por interés
Un amigo mío desarrolló su interés por los deportes después de dejar de fumar. Este hobby es nadar. Cuando quería fumar, iba a nadar. Al final, consiguió dejar de fumar y aprendió a nadar, lo que fue muy bueno para su salud.
3. Reemplazarlo con otros alimentos
Aunque muchos alimentos no pueden reemplazar la sensación que la nicotina del tabaco trae al cuerpo, reemplazarla con alimentos sí tiene ciertos beneficios. La mayor ventaja es que puede satisfacer el estado emocional de las personas. Por ejemplo, cuando quieras fumar, puedes sacar un chicle y masticarlo en la boca. Por supuesto, también hay otros alimentos disponibles.