Sin una intención creativa, ¿puede seguir existiendo el valor artístico de la fotografía?
Hay un dicho en Internet que describe a las personas: Hay muchas pieles hermosas en este mundo, pero pocas almas interesantes. Esta frase también se aplica a las obras de arte fotográficas. Hay muchas obras fotográficas en el mundo que tienen composiciones estandarizadas, colores razonables y son ornamentales, pero hay muy pocas obras con valor artístico real, y menos aún que puedan transmitirse. generación en generación. Esto ilustra plenamente la importancia de la intención creativa de una obra.
La intención creativa es el alma del arte y las obras ornamentales, y el arte y la observabilidad sirven a la intención creativa. En definitiva, para que una obra tenga valor artístico debe ser inseparable de la intención creativa del autor. Cuando la intención creativa refleja plenamente las características y exigencias de la época, como las obras del Renacimiento italiano, reflejan plenamente las ideas y características humanistas de la época producidas por el surgimiento del capitalismo. Estas obras se han difundido por todo el mundo y se han convertido en clásicos por sus características distintivas de la época y las claras intenciones creativas del autor.
La fotografía no es una excepción. El sujeto es sólo la superficie del mundo objetivo, y la fotografía simple sólo puede reflejar su superficie. Lo verdaderamente valioso debe ser digno de ser pensado y reflejar la esencia y las leyes de las cosas. Los fotógrafos utilizan su propia percepción, comprensión y observación del mundo real para dar a sus obras vitalidad y un sentido de la historia, reflejando las características de la época y la naturaleza inherente y las leyes de desarrollo de las cosas. Estas obras son verdaderamente valiosas y significativas.