Colección completa de vídeos de alquiler de rosas.
2. No estés demasiado seguro de tus propias opiniones, así te arrepentirás menos.
3. No hay necesidad de llorar de dolor, y no hay necesidad de sentir nada en absoluto. No preguntes, no esperes. Sin lágrimas, sin cicatrices. Si no hablas, no necesariamente no tienes corazón.
34. Hay un dicho que dice que cuanto mayor es la esperanza, mayor es la desilusión. Como dice el viejo refrán, las personas exitosas nunca deben estar orgullosas, porque un día tu aureola recaerá sobre los demás. Los perdedores no deben desanimarse. El fracaso es la madre del éxito.
35. Si tus padres lo acompañan durante la menopausia y miran todo con una perspectiva inclusiva, tú también tendrás ese día.
Si queremos más rosas, debemos plantar más rosales.
Las personas que viven en esta tierra solo pueden ver el atardecer una vez al día, pero aún tienen la libertad de verlo en un lugar diferente. Probablemente por eso algunas personas se demoran. Irnos facilita las cosas, la gente se vuelve más amable y empezamos de nuevo como niños.
Dame una lágrima, y veré todos los océanos en tu corazón.
39. La sociedad está dividida en clases, y muchas cosas son injustas. No te quejes, porque quejarse es inútil.
40. No critiques demasiado a los demás. Si supieras todo, lo perdonarías todo.
41. Cada elección en la vida es como una apuesta. Ganar o perder es tuyo. La diferencia es el tamaño de lo que está en juego. Una vez que tomas una decisión, no hay posibilidad de volver atrás.
42. Todo se puede sustituir. El amor, el pasado, los recuerdos, las decepciones, el tiempo... todo puede ser reemplazado. Pero no puedes controlarte a ti mismo.
43. Ser capaz de fracasar. Puedo llorar. Pero no puedes perder el coraje y la confianza en ti mismo.
44. Cree en el budismo y en la causa y efecto. Frente a la verdadera causa y efecto, el poder humano es insignificante.
45. Las personas arrogantes pueden salvarse, pero las personas con baja autoestima no pueden salvarse.
46. Si tenemos miedo de la última vez, nos preocuparemos involuntariamente. De ahora en adelante, los problemas del orador no tienen fin. Este es un yugo que estamos dispuestos a ponernos nosotros mismos.