Hay órdenes de subida y bajada de acciones. ¿Por qué?
El mercado de valores es un lugar lleno de compras y ventas. En el mercado de valores, los inversores pueden emitir órdenes de compra o venta de acciones en cualquier momento. El precio de compra y venta de acciones se determina en función de la relación de oferta y demanda en el mercado. Como resultado, a veces se puede comprar una acción a un precio superior a su precio de mercado actual y venderla a un precio inferior a su precio de mercado actual. Por lo tanto, la negociación de acciones requiere que compradores y vendedores lleguen a un determinado acuerdo de precios en el mercado. Esta es también la razón por la que existen órdenes de presión alcista y órdenes de presión bajista.
Segundo párrafo: El concepto de platina superior y platina inferior.
Orden superior y orden inferior son dos términos relacionados con el precio de las acciones. Una orden al alza es una orden de compra por encima del precio actual del mercado de valores, mientras que una orden a la baja es una orden de venta por debajo del precio actual del mercado de valores. Ambas órdenes afectarán el precio de las acciones. Una vez que la orden de presión superior coincida con la orden de presión inferior, la operación se cerrará. Si el precio que el comprador está dispuesto a comprar es mayor que el precio del vendedor, la orden del vendedor correspondiente se puede igualar en el mercado y se puede realizar la transacción de acciones. Al mismo tiempo, el vendedor también está dispuesto a vender a un precio más bajo que el comprador, de modo que la orden del comprador correspondiente se pueda encontrar en el mercado y se puedan realizar transacciones de acciones.
Párrafo 3: El impacto de realizar pedidos y realizar pedidos en el mercado.
En el mercado de valores es habitual que existan al mismo tiempo órdenes alcistas y órdenes bajistas. Esta situación se debe principalmente a la diferente comprensión de los inversores sobre las tendencias futuras de evolución de los precios de las acciones. Si los inversores son optimistas sobre las condiciones futuras del mercado, emitirán órdenes de apuestas a precios más altos, apoyando así el aumento de los precios del mercado; por otro lado, si son pesimistas sobre las tendencias futuras del mercado, emitirán órdenes de apuestas a precios más bajos; apoyando así una caída de los precios de mercado. Por lo tanto, hay órdenes al alza y a la baja, lo que refleja la complejidad y volatilidad del mercado de valores.