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No dejes que la riqueza vaya a manos de extraños

Las cosas buenas no deben ser obtenidas ni utilizadas por extraños. Este es un proverbio popular tradicional chino.

El dicho "Las buenas noticias no deben llegar a personas ajenas" se suele utilizar para describir algunos recursos u oportunidades valiosos en la familia o el círculo de amigos que no deben ser utilizados ni ocupados por personas ajenas. Fertilizante y agua se refieren a sustancias o recursos nutritivos, como dinero, tierra, conocimientos, habilidades, etc. Los forasteros se refieren a personas fuera de su círculo familiar o de amigos, o personas que no tienen una relación directa con usted. El significado de esta frase es que para las cosas buenas, se debe dar prioridad a la propia gente o a los de dentro, en lugar de a los de fuera.

El significado más profundo de esta frase tiene que ver con la intimidad y la confianza. En las sociedades tradicionales, las personas tienden a dejar cosas buenas u oportunidades a familiares o amigos porque son personas en las que confían y son cercanas. Pueden surgir insatisfacción y celos si los de afuera obtienen cosas buenas, ya que esto puede verse como un acto de traición o negligencia hacia los de adentro.

Sin embargo, esta sentencia puede tener ciertas limitaciones en la sociedad moderna. En la sociedad abierta y altamente competitiva de hoy, no podemos mantener todas las cosas buenas para los de adentro o las personas cercanas, mientras excluimos a otros. A veces, construir buenas relaciones y compartir recursos con personas externas puede generar más oportunidades y beneficios.

El origen del dicho:

La versión más antigua del dicho "Nada va para los forasteros" proviene de una historia de la dinastía Ming. El protagonista de la historia es un pariente de Su Dongpo. Para conseguir más agua para sus campos de arroz, quería cavar un canal para desviar el agua cercana a sus campos. Sin embargo, sus vecinos descubrieron el plan y expresaron su oposición porque temían que el canal cortara sus fuentes de agua. Este familiar dijo: Quiero evitar que el agua fértil fluya hacia los campos de otras personas. De aquí viene el proverbio.

Sin embargo, el dicho de que "el agua fértil no debe fluir a los campos de extraños" realmente se extendió en la sociedad agrícola china. En esa época, la gente dependía de la tierra para vivir, y la tierra y el agua eran el elemento vital de sus vidas. Por lo tanto, conceden gran importancia a la protección de sus propios recursos y no están dispuestos a permitir que otros se los lleven. Esta idea evolucionó gradualmente hasta convertirse en el proverbio de que las buenas noticias no deben llegar a los de afuera.

Hoy en día, el dicho de que los fertilizantes y el agua no deben ir a los campos de otras personas ya no se refiere sólo a las tierras de cultivo y las fuentes de agua. Se ha convertido en un concepto social muy extendido, que recuerda a las personas que valoren sus propios recursos y no dependan demasiado de los demás. Al mismo tiempo, también es una idea de autoprotección, que le dice a la gente que proteja sus propios intereses y no permita que otros los obtengan fácilmente.