La encantadora niñera es demasiado inocente. Soy muy feliz viviendo con mi niñera.
Poco después de que naciera nuestra hija, nos enviaron a la casa de sus padres para que nuestra suegra nos cuidara. Pero un año después, mi suegra enfermó y no pudo cuidar a los niños. Mi suegro amaba tanto a su hija que contrató a una niñera para nosotros. Se trata de una niña de unos diecisiete o dieciocho años. No es alta, pero algo guapa. Lo más importante es que es diligente y sensata. Mi esposa quedó muy satisfecha y decidió quedársela por mucho tiempo para encargarse de las tareas del hogar. Esta niñera sabe cocinar buena comida y sabe adaptarla a los gustos de mi esposa y de mí. También creo que es bastante buena.
Dado que la relación entre mi esposa y yo no es muy buena, mi esposa a menudo invita a sus colegas a ir de compras después del trabajo y rara vez regresa antes de las ocho o nueve en punto. Y también tiene una costumbre, es decir, antes de volver a casa, suele llamar a la niñera a su teléfono móvil, diciéndole a qué hora llegará a casa y pidiéndole que le prepare una comida para comer cuando regrese. También sé que comer es secundario, principalmente por su temperamento de dama mayor, quiere mandar a los demás y mostrar su prestigio.
De esta manera, cada vez que llego a casa del trabajo, llego primero a casa. Por aburrimiento, cuando no tengo nada que hacer, la niñera y yo muchas veces tenemos sexo entre nosotros. Pero de la nada, surgió un poco de amor entre la niñera y yo.