Exquisita experiencia en Altamira

En 1870, cuando el erudito español Sotola estaba excavando la capa cultural paleolítica en el sitio de la cueva, María, una niña de 5 años que vino a jugar con él, vio las pinturas rupestres. Sotola fue clasificada como una pintura paleolítica, pero fue rechazada por la comunidad académica de la época y recién fue reconocida 20 años después. La cueva de Altamira es el primer lugar donde se descubrieron murales paleolíticos y también es un representante típico de este tipo de arte mural. La cueva representa principalmente imágenes de bisontes europeos, ciervos y otros animales, así como figuras y figuras geométricas. Los estilos de pintura se pueden dividir en cinco períodos de desarrollo interrelacionados. Las primeras son marcas de dedos dibujadas una al lado de la otra en la pared húmeda, y las últimas son imágenes de animales pintadas con varios tipos de pintura en el techo de una cueva llamada "Sala de Pintura". Cada imagen mide aproximadamente 2 metros de largo y presenta un ciervo saltando y un bisonte moribundo, realistas, llenos de vida y vitalidad. Técnicas realistas, perspectiva precisa, estructura precisa y estilo simple y tosco son los mayores logros del arte paleolítico. También se encontraron lámparas de piedra en las cuevas para iluminar al pintar. La Cueva de Altamira estuvo habitada durante la cultura Orina del Paleolítico Superior. En la cultura Shurut tardía, debido al colapso gradual de la entrada de la cueva, la gente ya no vivía en ella y la convirtió en un lugar especial para ceremonias religiosas o de brujería. Por lo tanto, la capa de acumulación en la zona residencial a la entrada de la cueva solo llega a la cultura Soluto, mientras que los murales a la entrada de la cueva contienen restos de la cultura Magdalena.

Es increíble que aquellos pueblos antiguos que vivieron hace más de 100.000 años en 65438 pudieran dibujar animales tan realistas en piedras, y las imágenes también eran coloridas.

Se tarda menos de media hora en coche desde Santander, capital de Cantabria, hasta Altamira. La Cueva de Altamira está situada en una meseta de alta montaña a más de diez kilómetros de la costa de Cantabria. Ese día lloviznaba y las tierras altas vacías estaban llenas de verde. No hay frío severo en invierno, ni calor abrasador en verano y lluvias abundantes. El clima templado y las abundantes precipitaciones nutren el verde de esta zona montañosa.