Historias de celebridades sobre aplausos (¡esperando en línea, velocidad!)
1. Un cálido aplauso
Un día después de salir del trabajo, Jay Chou, que tenía comezón en las manos, aprovechó la ausencia de su jefe y tocó una canción que acababa de componer. El piano nuevo. El público quedó inmerso en la música. Al final de la canción, el público estalló en cálidos aplausos. Esto sorprendió a los empleados: este chico grande al que nunca le gustaba hablar sabía tocar el piano.
Pronto, este asunto llegó a oídos del jefe. El jefe llamó inmediatamente a Jay Chou y le pidió que fuera el pianista para tocar su propia música en la sala. Unos días más tarde, avisó a la emisora de televisión local que su camarero no sólo tocaba el piano, sino que también escribía canciones.
2. Vítores y aplausos
Seiji Ozawa es un director de orquesta sinfónico de fama mundial. En la final del concurso mundial de directores destacados dirigió la interpretación según la puntuación otorgada por el jurado y descubrió con atención los sonidos discordantes.
Al principio pensó que la banda había cometido un error, así que paró y tocó de nuevo, pero todavía no estaba bien. Pensó que había algún problema con la partitura musical. En ese momento, el compositor y las autoridades presentes en el jurado insistieron en que no había absolutamente nada malo en la partitura y que estaba equivocado.
Frente a un gran número de maestros y autoridades de la música, pensó una y otra vez, y finalmente dijo en voz alta y categórica: "¡No! ¡La partitura debe estar equivocada!". Tan pronto como terminó de hablar, los jueces comenzaron. El tribunal de jueces inmediatamente se puso de pie, le dio un cálido aplauso y lo felicitó por ganar la competencia.
3. Aplausos apropiados
Lang Lang y su disputa atrajeron a un grupo de espectadores curiosos, que eran los compañeros de clase de Lang Lang. A continuación, apareció una escena conmovedora para Lang Lang. Los niños ayudaron a persuadirlos con palabras: "¡Toca, a todos nos gusta oírte tocar el piano!"
"En nuestros corazones, tú tocas el piano. ¡Lo mejor!" Esa noche, Lang Lang derramó lágrimas y tocó varias canciones famosas chinas y extranjeras con una pasión sin precedentes. El público presente quedó ebrio y aplaudió durante mucho tiempo.
Lang Lang se puso de pie y se inclinó ante las personas que lo animaban una y otra vez. En medio de continuos aplausos, Lang Lang tomó una decisión que le cambió la vida: "¡Quiero aprender piano! ¡Debo aprender bien! "
4. Aplausos para Wilma Rudolph
Había una pequeña niña negra, la número 20 de 22 hijos de la familia, que casi muere porque nació prematuramente. Perdió la vida. Cuando tenía 4 años contrajo neumonía y escarlatina, que le dejaron paralizada la pierna izquierda. A los 9 años, luchaba por caminar sin aparatos ortopédicos de metal en las piernas. A la edad de 13 años, apenas podía caminar con relativa normalidad, lo que los médicos consideraron un milagro.
Ese mismo año decidió convertirse en corredora. Participó en un concurso y quedó última. En los años siguientes, quedó última en todas las competiciones en las que participó. Todos le dijeron que se rindiera, pero ella huyó de todos modos. Hasta que un día ganó un concurso. Después de eso, las victorias continuaron hasta ganar todos los juegos. ?
5. Aplausos atronadores
Después de uno de los discursos de Hawking, una reportera corrió al podio y preguntó: "La enfermedad te ha encerrado en una silla de ruedas para siempre. ¿No es así? ¿Crees que el destino te ha hecho perder demasiado?”
El rostro del maestro estaba lleno de sonrisas, y después de tocar el teclado con dificultad con sus tres dedos que aún podían moverse, algo apareció en la pantalla Cuatro párrafos de. texto: "Mis dedos todavía pueden moverse; mi cerebro todavía puede pensar; tengo ideales que perseguir a lo largo de mi vida; tengo familiares y amigos que me aman y yo amo"
Después de responder eso, después de que el periodista preguntó Tras la pregunta, luchó por escribir la quinta frase: "Por cierto, ¡todavía tengo un corazón agradecido!" La escena de repente estalló en un estruendoso aplauso.