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Hoy se cumple el sexagésimo quinto aniversario de la rendición del militarismo japonés. Ese día, el pueblo chino finalmente se deshizo de un siglo de humillación. A partir de entonces, la nación china ya no sufrió la humillación de los invasores extranjeros y quedó verdaderamente liberada. El pueblo chino compró la dignidad de la independencia nacional con sangre y lágrimas.
Aunque nuestra generación no vivió los días de la Guerra Antijaponesa, no hemos olvidado ese período de la historia. Fue una vergüenza en la historia de la nación china y en una historia en la que el pueblo chino. sufrió enormes desastres. Durante los ocho años de la Guerra Antijaponesa, los invasores japoneses causaron enormes desastres a los militares y civiles chinos, y también causaron un daño enorme a la nación china. ¡Nadie en China olvidará este período de la historia, porque “no olvidar el pasado es el maestro del futuro”!
El pueblo chino se regocija en el 65º aniversario de la victoria de la Guerra Antijaponesa, pero como chinos racionales, todavía tenemos que buscar un entorno pacífico y un desarrollo sostenible. Por lo tanto, deberíamos tener una comprensión más racional de las relaciones chino-japonesas. Por un lado, como chinos, debemos recordar la historia de la humillación. Después de todo, "si te quedas atrás, serás derrotado". Debemos trabajar duro para desarrollarnos continuamente y evitar que se repita la historia de humillación y sufrimiento. Por otro lado, también debemos creer que nuestro gobierno manejará bien los asuntos chino-japoneses y que utilizará medios diplomáticos para abordar el comportamiento excesivo de Japón (principalmente durante el período Koizumi), por lo que debemos hacer bien nuestro trabajo y Sea menos cínico e impulsivo y mire las relaciones chino-japonesas de manera más racional y pragmática. Asimismo, como antes, pido una vez más a Japón que sea menos "incorregible" con Junichiro Koizumi y más amigable y a largo plazo con Yasuo Fukuda. Somos vecinos geográficamente y debemos serlo también en otros aspectos y, en última instancia, lograr el desarrollo y el progreso comunes.
Hoy se cumple 65 años de la victoria de la Guerra Antijaponesa. Nos regocijamos por la victoria de esta guerra. Esta fue una victoria que elevó la moral nacional. Sin embargo, una vez ganada la guerra, no oramos por otra guerra, porque la paz y el desarrollo son los temas eternos de la humanidad, y orar por la paz es más significativo hoy.