Un grupo de 30 personas alquiló un apartamento en Shanghai y la mitad de ellas estaban infectadas con el nuevo coronavirus. ¿Cuáles son los peligros ocultos del alquiler en grupo?
Como todos sabemos, Shanghai es una metrópolis internacional y un mundo lleno de dinero. Al mismo tiempo, todavía hay muchos trabajadores sociales que viven en Shanghai y que contribuyen con sus escasos esfuerzos a la construcción de Shanghai.
Durante la epidemia de Shanghai, muchos residentes quedaron aislados en sus casas, por lo que las pruebas diarias de ácido nucleico se han convertido en una parte importante de la vida de todos. Al mismo tiempo, en algunas zonas clave para las pruebas y exámenes de ácido nucleico, se encontró una casa de más de 100 metros cuadrados en la que vivían casi 30 personas. Resulta que los interiores de estas casas se han dividido en 11 habitaciones de antemano, e incluso después de conectarlas con la casa de al lado, una habitación no es diferente. Casi la mitad de las 30 personas que vivían allí fueron diagnosticadas con COVID-19 después de una prueba de ácido nucleico.
De hecho, existe más de un alquiler para grupos como el anterior. Incluso en el mismo edificio residencial, hay muchas casas de alquiler para grupos, y al menos una docena de personas viven en estas casas de alquiler para grupos. Pero volviendo a la realidad, la cantidad de alquileres para grupos en Shanghai es bastante asombrosa.
Es innegable que el entorno de alojamiento en alquileres para grupos no es tan ideal como se imagina, especialmente desde el punto de vista de la seguridad. Un entorno de vida demasiado denso puede provocar fácilmente problemas de seguridad contra incendios y electricidad. Junto con el actual período de prevención y control de epidemias, este tipo de vida en grupo de alta densidad se ha convertido en un obstáculo para la prevención y el control de epidemias. Por supuesto, después de que se expuso la situación relacionada con los alquileres grupales, a estos alquileres grupales se les emitieron órdenes de rectificación y algunos inquilinos también fueron desalojados.
La aparición del renting colectivo también tiene sus factores inevitables. Después de todo, en Shanghai, una gran ciudad donde viven muchos trabajadores sociales, están ansiosos por encontrar un lugar adecuado para vivir. Incluso si las condiciones de alojamiento no son las ideales, para ellos tener un lugar donde vivir es también una elección realista e impotente.