Red de conocimientos turísticos - Estrategias turísticas - Es una incógnita si las personas mayores con un estado de salud normal pueden viajar al Tíbet.

Es una incógnita si las personas mayores con un estado de salud normal pueden viajar al Tíbet.

Sí, puedes, pero debes estar bien preparado.

Al viajar a la meseta, es necesario realizar los preparativos de higiene física y atención médica necesarios: (1) Los turistas que ingresan a la meseta desde áreas de baja altitud deben someterse a un examen físico completo y estricto. ¡Cualquier persona con una enfermedad cardíaca, renal o pulmonar grave tiene presión arterial alta! Las personas mayores de 18 años con enfermedad hepática grave y anemia no pueden aventurarse a viajar a la meseta. Si simplemente padece una enfermedad común, debe tomar medidas preventivas con anticipación, como llevar consigo oxígeno y medicamentos. Aquellos que tienden a tener convulsiones, fuertes dolores de cabeza o coma después de entrar en una determinada zona de altitud no deben ir a zonas más altas. (2) Hacer un buen trabajo en publicidad y educación sobre la salud física, para que los turistas puedan estar plenamente preparados mental y materialmente, establecer la determinación y la confianza para superar el mal de altura y eliminar los miedos mentales innecesarios. En términos generales, se necesitan entre dos y tres días, o entre cinco y siete días, para adaptarse gradualmente al entorno de la meseta. Los síntomas de hipoxia, como opresión en el pecho, dificultad para respirar y dificultad para respirar, desaparecerán o mejorarán considerablemente. Algunas personas utilizan la inhalación de oxígeno para aliviar las molestias en la altitud, lo que ayuda a aliviar temporalmente las molestias. Sin embargo, después de suspender la inhalación de oxígeno, las molestias reaparecerán, retrasando el tiempo de adaptación al entorno de la meseta. Si los síntomas de hipoxia no son graves, lo mejor es no inhalar oxígeno cuando se descansa tranquilamente para adaptarse al entorno de la meseta lo antes posible y obtener el efecto de viaje ideal. (3) Ejercicio adaptativo. Antes de viajar a una meseta, conviene realizar actividades deportivas como escalar montañas, correr, jugar a la pelota, cargar pesas y marchar, que pueden desempeñar un papel positivo en la adaptación al entorno hipóxico. En las primeras etapas de ingreso a la meseta, las actividades no deben ser demasiado intensas. La temperatura en la meseta es baja y cambia rápidamente con la temperatura. Es necesario cambiarse de ropa a tiempo y hacer un buen trabajo para mantenerse abrigado del frío y evitar resfriarse debido al frío. Los resfriados son una de las principales causas del edema pulmonar agudo de altura. (4) Ajuste la vida durante el viaje en meseta. Los alimentos deben ser fácilmente digeribles, nutritivos, ricos en azúcar y contener una variedad de vitaminas. Coma más frutas y verduras y evite comer en exceso para evitar aumentar la carga sobre sus órganos digestivos. Está prohibido el consumo de alcohol para evitar aumentar el consumo de oxígeno. Al dormir, la almohada debe estar levantada y lo mejor es una posición semiacostada. (5) Prevención y tratamiento de drogas. Para mejorar la tolerancia del organismo a la hipoxia y reducir la aparición del mal de montaña, los principales fármacos son: comprimidos de codonopsis compuesta, poria de astrágalo compuesta, aptámeros, acetanilida, diuréticos, sulfonamidas, espironolactona, estimulantes e inhibidores del sistema nervioso central, tiosemicarbazona, nutrientes. y preparaciones de hormonas metabólicas. Después de ingresar a la meseta, los síntomas de la mala adaptación a la altitud se vuelven cada vez más graves. Debe inhalar oxígeno inmediatamente y ser enviado al hospital para prevenir las consecuencias adversas del edema pulmonar agudo a gran altura. Una persona promedio tarda entre 3 y 4 días en adaptarse a la hipoxia en la meseta. La llamada adaptación aquí no significa que su reacción desaparecerá. Aún le resultará difícil moverse, pero reacciones como los dolores de cabeza se reducirán significativamente o incluso desaparecerán. Durante estos pocos días de adaptación, no realice actividades extenuantes incluso si no produce ninguna reacción. Las consecuencias del agotamiento físico se sentirán durante las próximas horas. En segundo lugar, no tome medicamentos indiscriminadamente, sin mencionar que es fácil absorber oxígeno. Es más "conveniente" beber más agua y prestar atención a mantenerse abrigado y descansar.