El fotógrafo presenció otra pelea entre hienas y perros salvajes.
Parece que el segundo hermano en África entiende la gravedad de la situación y piensa que simplemente sentarse en el suelo no puede proteger su ano, así que pensó en un nuevo truco: sentarse directamente en el agua, sólo pegado. Saca la cabeza y habla con los perros salvajes, se enfrentan y observan la situación. Para proteger su ano y su vientre de cualquier daño, el segundo hermano sigue siendo muy ingenioso.
El segundo hermano cree que este movimiento es solo una táctica dilatoria y que no debe simplemente sentarse y esperar la muerte. Salga del agua cuando el perro salvaje no esté prestando atención, por temor a que le arranquen el ano. Aunque estaba huyendo, el cuerpo mojado de la hiena y sus ojos solitarios le recordaban a la gente a un segundo hermano africano siendo intimidado por su tercer hermano hasta tal estado, lo cual es realmente ridículo.
Cuando los perros salvajes vieron a la hiena saltar fuera del agua, la siguieron de cerca y comenzaron a buscar presas y escapar. Pero pase lo que pase, será mejor que el segundo hermano corra para salvar su vida, después de todo, hay una ventaja en los números. Las hienas suelen intimidar a otros animales y cavar sus anos, así que ahora se lo merecen.