¿Pueden los zombis abrir puertas corredizas?
La respuesta es no.
Esto se ha demostrado una y otra vez. Nuestra mayor ventaja sobre los no-muertos es nuestra capacidad de pensar. El nivel mental medio de los zombis es más bajo que el de los insectos. En ningún momento hacen gala de cordura o lógica. Intentar completar una tarea, fallar y luego encontrar una nueva solución mediante repetidas pruebas y errores es una habilidad muy extendida en el reino animal, pero perdida entre los muertos vivientes. Los zombis en el laboratorio fracasan constantemente en los experimentos diseñados para roedores. Un incidente en tierra mostró a un hombre en un extremo de un puente roto y docenas de zombis en el otro. Uno a uno, los muertos vivientes cayeron por el borde mientras intentaban alcanzarlo. Durante todo el proceso, ninguno de ellos se dio cuenta de lo que estaba sucediendo ni intentó cambiar sus tácticas. Contrariamente a los mitos y especulaciones, nunca se ha observado a zombis utilizando ninguna herramienta. Incluso simplemente agarrar una piedra y usarla como arma está más allá de su poder. Esta sencilla tarea crea una conexión mental que hace que uno se dé cuenta de que una piedra es un arma más eficaz que una mano desnuda. Irónicamente, el desarrollo de la inteligencia artificial ha hecho que sea más fácil comparar la inteligencia zombi con la de nuestros ancestros más "primitivos". Incluso las computadoras más avanzadas no tienen la capacidad de pensar por sí mismas. No pueden hacer nada excepto lo que se les dice que hagan. Imagine una computadora que está programada para realizar una función. Esta característica no se puede pausar, mejorar ni eliminar. No se pueden guardar datos nuevos. No se pueden instalar nuevas directivas. La computadora sólo puede realizar una función, una y otra vez, hasta que finalmente se apaga. Este es el cerebro de un zombie. Una máquina interminable impulsada por instintos que no se puede modificar, sólo destruir.